Historia

     En el año 1960, la Comunidad de Regantes del Canal Bajo del Alberche, gran sector de población de la comarca talaverana que se había desarrollado ampliamente desde la construcción de esta obra hidráulica en la comarca, comienza a realizar desfiles procesionales en la Semana Santa de Talavera de la Reina cogiendo como imagen titular al Santísimo Cristo de los Espejos, un crucificado que se encontraba en la capilla de San Ildefonso en la cabecera de la nave derecha de la Iglesia Colegial de Santa María, junto a la Sacristía, y que comenzará a conocerse desde entonces como “Cristo de los Regantes”, el cual era bajado de su altar por los guardas de la Comunidad de Regantes del Canal Bajo del Alberche, quienes también se encargaban de recoger el romero por el campo y colocarlo en el Paso. Esta imagen barroca de Cristo Crucificado fue tallada en 1759 por José Zazo y Mayo para la capilla de San Ildefonso. Esta realizada en madera de cedro, estucada y policromada. Las proporciones y el detallismo de la musculatura son de una gran verosimilitud. La cruz es de tipo arbolada. El rostro representa dramáticamente el momento justo de la expiración y en su policromía se aprecian los síntomas del “rigor mortis”. En el cuerpo se pueden apreciar fielmente los lances sufridos durante la Pasión, tanto en la talla como en la policromía. Es de destacar una espina de la corona que le traspasa literalmente la ceja derecha. De la Imagen se ha dicho que su pié es anatómicamente perfecto.

     En el año 1990, se reorganiza todo lo anterior, se crean estatutos que son sancionados por el Arzobispado de Toledo, y la Cofradía de Regantes de Jesucristo Salvador es erigida canónicamente en la Iglesia Colegial de Santa María.

     En el año 1991, la Cofradía decide adoptar una nueva imagen, una Madre para la misma, para sus Estaciones de Penitencia y se fija en una talla de una Virgen Dolorosa que se encontraba en el Monasterio Cisterciense de la Encarnación de las Madres Bernardas. Una imagen de vestir, de estilo castellano. No podemos fechar con exactitud su fecha de realización, al no existir documentación tras el incendio que sufrió el archivo del Convento de las Madres Bernardas, pero estilísticamente pertenece a finales del siglo XVIII o primeros del siglo XIX. La imagen había sufrido un disparo en el rostro durante la Guerra Civil por parte de una mujer del bando republicano, y tenía una grieta en la cara que las monjas del Convento habían intentado en varias ocasiones restaurar, pero la grieta siempre se abría. La primera restauración, donada por una cofrade, fue realizada en un taller de Madrid y después de ir tres veces a recogerla, nunca estuvo bien hecha, hasta que se encargó su restauración a D. Jesús Manuel Benítez Castro y ya en esta cuarta y última se produjo un remodelado, adaptándose la imagen a una Virgen Dolorosa de vestir a la manera andaluza, se le dio más altura y las manos que las tenía entrecruzadas se le abrieron. Durante su restauración y según palabras del restaurador, al abrir la cabeza de la Imagen para restaurar la grieta de su cara, desprendía un aroma a jazmín que inundaba todo el taller, casa y patio, el cual cesó al cerrar la cabeza de la misma. La imagen representa a una Virgen muy dulce en el que se aprecian los síntomas de dolor por la pasión y muerte de su hijo. Esta imagen tiene una gran veneración en Talavera de la Reina desde su primera salida y es admirada por su carita de niña, belleza y sentimiento.

     Tras la restauración y remodelado de la talla, se decide por parte de la Cofradía que tome la advocación de María Santísima de la Paz. Y ya en el año 1992 comienzan sus salidas procesionales, en primer lugar, el Viernes de Dolores, con un solemne traslado procesional desde el Monasterio de las Madres Bernardas, donde se encuentra para pública veneración y cuya congregación es titular de la imagen, hasta la Iglesia Colegial de Santa María, y el Viernes Santo tras la imagen del Santísimo Cristo de los Espejos. La Imagen va siempre mecida por los costaleros de la Cofradía, hay quien dice que la mecen para aliviarle el dolor de ver a su Hijo que va crucificado delante de Ella.

     En el año 2006, la Junta Directiva de la Cofradía decide ampliar el número de sus titulares, así como sus salidas procesionales con una imagen de Virgen Dolorosa, tallada en los años 80 del pasado siglo por Jesús Manuel Benítez Castro que había sido nombrado, por su labor desinteresada al servicio de la Cofradía de Regantes, hermano de honor, vestidor y prioste de la Cofradía. La imagen recibe la advocación de María Santísima de Gracia y Amparo, por petición del propio imaginero, donando el mismo autor todo el ajuar de la imagen. Imagen de Virgen Dolorosa, tallada en madera de cedro. Su rostro muestra el dolor de la Pasión sufrida por su hijo, Nuestro Señor.

     En el año 2007, se suma la imagen de Jesucristo “Ecce homo” con las manos atadas, tallada al igual que la anterior, por Jesús Manuel Benítez Castro. Recibe la advocación de Nuestro Padre Jesús Cautivo. Representa a Jesucristo apresado por sus manos en actitud serena y resignada. Sobre la cabeza porta potencias en metal sobredorado. La talla es de madera de cedro policromado, siendo de candelero.
   
     Con ambas imágenes la Cofradía realiza Estacón de Penitencia la noche de Martes Santo con inicio y final en la Iglesia Colegial de Santa María. Ambas imágenes se encuentran para pública veneración y culto en la parroquia de la Beata Teresa de Calcuta.

     La Cofradía también ha desarrollo otro tipo de actos de culto en torno a sus imágenes: Triduo en honor de María Santísima de la Paz, Besamanos a las imágenes de Nuestro Padre Jesús Cautivo, María Santísima de la Paz y María Santísima de Gracia y Amparo. También se realiza solemne Besapiés a la imagen del Santísimo Cristo de los Espejos.

     En 2008, la Junta Directiva ratificada por la Asamblea General de Cofrades decide afrontar la renovación de la Cofradía comenzando por los Estatutos para cumplir con la Carta Pastoral que el Sr. Cardenal Arzobispo de Toledo, D. antonio Cañizares Llovera, dirigió a las Cofradías en la Archidiócesis de Toledo, publicada el 25 de enero de 2007 y especialmente alentados por las conclusiones del artículo 42: “…estamos llamados a renovar, fortalecer y animar nuestras Hermandades y Cofradías” y “…supone un cambio en inercias, rutinas; supone una vida nueva. Al servicio de esto está la normativa diocesana: los Estatutos “marco” para las Hermandades…”

     El resultado de todo este proceso ha sido la elaboración de los presentes Estatutos y los Reglamentos de Régimen Interno que pretenden plasmar la idiosincrasia de esta Cofradía que anteriormente se denominaba Cofradía de Regantes de Jesucristo Salvador, siendo nuestra voluntad el que marquen el presente y el futuro de nuestra fe y de nuestra devoción, plasmados en el Titulo II de los presentes Estatutos.